Fue descubierto en 1879 por Per Teodor Cleve.
Su nombre proviene de la palabra en latín Thule. De esta forma se llamaba en la antigüedad a la zona geográfica que hoy en día es conocida como Escandinavia.
Es el lantánido de menor abundancia en nuestro planeta.
Al ser un elemento tan escaso, es muy costoso y son pocos los usos verdaderamente prácticos que se conocen. Sin embargo, tienen cierto potencial como fuente energética, como material magnético (su uso más común es como cerámica magnética en la producción de hornos de microondas) y también se le puede utilizar en el dopaje de fibras de láser.
Cuando el tulio es bombardeado en reactores nucleares, se puede usar como una fuente de radiación para equipos de rayos X.