El origen etimológico de este elemento proviene del latín Ruthenia, que significa Rusia y su descubrimiento generalmente se le atribuye al químico y naturalista ruso Karl Ernst Claus, quien logró aislarlo en el año 1844.
Se sitúa justo debajo del hierro en la tabla periódica y forma parte de la familia del hierro ya que posee comportamientos representativos de éste.
Este elemento es muy eficiente para el endurecimiento del platinado y el paladio. Ya que sus propiedades son útiles, frente a la corrosión. Las herramientas donde podemos ver estas aleaciones son en catalizadores y conductores.
Recientes investigaciones están estudiando su posible uso para el campo de la mina y la refinería del petróleo. Su durabilidad es lo que más le gusta a los científicos, lo que optan por usarlo ampliamente en aleaciones que le den estabilidad y duración a todo tipo de materiales.